Hace dos semanas que empezaron las rebajas de verano, época en la que todo el mundo se vuelve loco por visitar las tiendas de moda para encontrar gangas con las que llenar sus armarios ya repletos. Porque de todos es sabido, que las rebajas es temporada de compras compulsivas. Si lo necesitamos o no, es lo de menos.
Este año han empezado especialmente fuerte, con porcentajes que rozan el 50 y hasta el 70 por ciento. Esta última temporada ha sido bastante floja y deben atraer a los compradores de una manera llamativa y sugerente. Es decir, casi regalándoles las prendas para deshacerse de ellas, porque llega ‘lo nuevo’. Visto lo visto, no me quiero ni imaginar cómo serán las segundas rebajas. ¿Podremos conseguir vestidos de 200 euros a 20? ¡Ojala que sea así!
Guía práctica.
Lo recomendable en rebajas es rebuscar. Ese es mi lema. No te quedes con lo primero que veas. Busca. Se a ciencia cierta, que encontrarás algo mejor.
Compra lo que realmente necesites. Pruébatelo. Y si te sienta bien, sólo si te sienta bien, cómpralo. No valen los ‘es muy barato, y por este precio’ o los ‘no me abrocha, pero sé que adelgazaré’. Hay que aprender a decir NO a prendas que sabemos que jamás nos pondremos y que permanecerán hasta la próxima limpieza de armario con la etiqueta puesta en una de nuestras estanterías. ¿Su fin último? Cáritas.
En rebajas lo más común es que queden o las tallas más pequeñas o las tallas más grandes, porque sacan los restos de temporada. Y sí, ahí están las 44 o 32 que pedías a las dependientas. Ellas, muy amables, te convencían de que iban al almacén a buscártelas, pero realmente, lo que hacían era fumarse un ‘cigarrito’ por la puerta de atrás. Si no es así, es que es inconcebible. ¿Por qué ahora, en ocasiones, ves hasta la 46?
Una cosa muy importante. Los tenderos, y las grandes marcas en general, son muy pícaros. Cuando una va de rebajas tranquilamente por una tienda se topa con vestidos o camisas ideales que no llevan la ‘pegatinita roja’ en la etiqueta. ALÉJATE. EXIT. EXIT. Resulta que es lo que ellos han denominado ‘Avance de temporada’. Si mal no recuerdo, cuando de pequeña iba con mi madre a las rebajas de julio, el avance de temporada eran abrigos, bufandas, pullover, botas o cárdigans. Hoy en día, el avance de temporada son nuevos vestidos de verano con estampados de colores más fríos. O lo que es mejor. Es ropa que lleva más de dos meses colgada en las estanterías, tú te la has comprado hace un par de semanas, y resulta que la falda que te pusiste en la boda de tu primo es lo que llevará Kate Moss o Laura Ponte el próximo otoño. Conclusión. No te dejes embaucar y mucho menos, no te dejes engañar. Pasa de los carteles: ‘Avance de temporada’, y sube a la segunda planta y disfruta de las rebajas.
Y hablando de temporadas, estilos y moda. Es muy importante hacerse con prendas que sabes que no estarán pasadas de moda el año que viene. ¿Cómo hacerlo? Lo aconsejable es darte una vuelta por las páginas webs de los grandes diseñadores y ver sus nuevas colecciones de primavera-verano 2009. Sabrás de primera mano que será ‘IN’ y que es lo que será ‘OUT’. Estoy segura que harás una selección perfecta.
Otra cosa. Aunque siempre tendamos a visitar las tiendas de las marcas más conocidas, como Zara, H&M, Mango o Cortefield, debéis saber que en las tiendas de barrrio, las más cercanas a nuestra casa, en ellas, también hay rebajas. Además, normalmente, la ropa es de mayor calidad. Porque eso sí, siempre hay que apostar por la relación calidad-precio. Esto es un básico de esta guía.
Por último, recordaros que existen lugares en los que las rebajas duran todo el año. En los mercadillos y tiendas de segunda mano los precios son mucho más asequibles sea la temporada que sea. Puedes encontrar tanto unos zapatos de Jimmy Choo por 30 euros, como la chaqueta Adidas que buscabas desde hace un año, única e intransferible.
Para gustos, colores. Para precios, los más rebajados. Para vosotras, cuidado con los sales, bucear y encontrar las mejores gangas, y sobre todo, que no os timen. El mar está lleno de tiburones.
FELICES REBAJAS.
Para FORUM, por Natalie Jones.
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